Memoria, Concientización y Educación.

En vistas del lanzamiento del ciclo de conferencias que conforman la Clase Abierta “El Holocausto, genocidios y lucha contra la discriminación. Perspectivas”, organizado por la Sociedad Israelita de Beneficencia San Juan, el Vicerrectorado de Formación de nuestra universidad, el Sr. Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UCCuyo, Mg. José Luis López Cerviño reflexionó acerca de esta propuesta:

Con gran satisfacción he participado del primer encuentro, el cual tuvo como principales oradores, al Sr. Arzobispo de San Juan de Cuyo y Gran Canciller de la UCCuyo, Monseñor Jorge Lozano y al Rabino Daniel Goldman.

Tan trascendental propuesta académica me ha motivado a realizar algunas reflexiones, que deseo compartir con la comunidad universitaria.

La temática sobre la cual se desarrollarán las distintas exposiciones programadas, se enmarcan en aquellos oprobiosos y terribles sucesos que fueran perpetrados durante la Segunda Guerra Mundial y que constituyen, por su horror y magnitud, una de las mayores degradaciones -sino la más-, en las que cayó la humanidad.

El holocausto judío, sinónimo de secuestro, tortura y asesinatos masivos, llevados a cabo en diferentes campos de exterminio, representa un flagelo de dimensiones inconmensurables.

Memoria, concientización y educación, conforman el núcleo duro de las acciones que todas las naciones de la tierra deben emprender y mantener vivas, tal y como se han comprometido en Estocolmo/2.000, más de 40 jefes de Estado del mundo entero, y a partir de allí, desarrollar a través de las diferentes instituciones intermedias, procesos de conocimiento y compromiso, para que el “NUNCA MAS”, tantas veces proclamado, no se diluya en palabras meramente declamativas, sino que se convierta en la fuerza motora de conductas capaces de erradicar todo tipo de odio, discriminación y violencia.

La calamidad, destrucción y ruina, a las que fue sometido el pueblo judío, como consecuencia del Holocausto, merece que el resto de la humanidad, se exprese enfáticamente, desde el más elevado sentimiento de repudio a tales acontecimientos y desde el más absoluto respeto e incondicional espíritu de solidaridad y fraternidad hacia las víctimas, sobrevivientes y condolientes; con el firme compromiso de acompañar, a perpetuidad, con acciones que signifiquen una verdadera toma de conciencia y una férrea defensa de los Derechos Humanos universales, como son el derecho a la vida, a la libertad y a la dignidad de las personas, entre tantos otros; consagrados en diferentes instrumentos internacionales.

Aquellos hechos que enlutaron a la humanidad toda, deben servir -a pesar del infinito dolor que yace inscripto, como un estigma en el alma de quienes sufrieron tamañas atrocidades-, de lección y aprendizaje para las generaciones presentes y futuras.

Es necesaria la construcción de sociedades, en las que la ética, la moral, la justicia, la paz y el respeto irrestricto por el prójimo, alcancen la firmeza y solidez suficientes, para que episodios como aquellos, no vuelvan a repetirse jamás.

No obstante y tristemente, el mundo actual, participa como mudo testigo, de nuevas manifestaciones de intolerancia, odio y violencia, basadas en posiciones fundamentalistas, que no admiten la convivencia pacífica, ante las diferencias de nacionalidad, genero, raza o religión, entre otras.

Todas ellas están presentes, con renovado fulgor, con la evidencia de que, a pesar de haberse producido aquel abominable flagelo, hoy, diferentes grupos o incluso personas desde su individualidad, son capaces de acometer y perpetrar atentados brutales, con actualizados métodos de crueldad.

Es por ello que, desde el lugar y el rol que a cada uno de nosotros nos toque desempeñar en la sociedad en la que nos desarrollamos, tenemos el deber de afianzar el compromiso de continuar forjando lazos de fraternidad, tendiendo puentes para el encuentro entre los pueblos, más allá de cualquier diferencia y pregonando mensajes de tolerancia.

Solo así podremos contribuir y alimentar la esperanza de alcanzar, algún día, la paz en el mundo.

En este contexto, las reflexiones compartidas entre Monseñor Lozano y el Rabino Goldman, alcanzan una valoración superlativa.

El momento transcurrió en un espacio de profunda atención por parte del público presente que testificó el fructífero intercambio de ideas, dejándonos como gran enseñanza, que el diálogo interreligioso y la fraternidad, a pesar de las diferencias, no solo es posible, sino vital, para la construcción de una sociedad más justa y más tolerante.

Celebramos el inicio y desarrollo de esta Cátedra Abierta, reconociendo a los docentes que la integran, entre ellos, profesores de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UCCuyo.

Cierro con las palabras del Papa Francisco, quien, con sabiduría, corazón abierto y replicando aquella expresión que fuera acuñada por San Juan Pablo II, en relación al pueblo judío, identificándolos como “nuestros hermanos y hermanas mayores en la fe”1; nos señala que: “Vivimos tiempos en los que parecen reavivarse y difundirse sentimientos que muchos consideraban superados. Sentimientos de sospecha, de miedo, desprecio y hasta de odio frente a individuos o grupos considerados diferentes a causa de su origen étnico, nacional o religioso y, como tales, no considerados lo suficientemente dignos de participar plenamente en la sociedad. Estos sentimientos, con demasiada frecuencia, inspiran propios y verdaderos actos de intolerancia, discriminación o exclusión, que dañan gravemente la dignidad de las personas involucradas y sus derechos fundamentales, incluido el mismo derecho a la vida y a la integridad física y moral”. (1 Discurso del Santo Padre Francisco, pronunciado en ocasión de la visita a la Sinagoga de Roma, el 17 de enero de 2016.) “La gravedad de estos fenómenos no puede dejarnos indiferentes. Todos estamos llamados, en nuestras respectivas funciones, a cultivar y promover el respeto de la dignidad inherente a toda persona humana, empezando por la familia – el lugar en el que se aprenden desde muy temprana edad los valores de compartir, de la hospitalidad, de la hermandad y solidaridad- pero también en los diversos contextos sociales en los que operamos”.

En el deseo y en la certeza que esta Cátedra Abierta, “El Holocausto, genocidios y lucha contra la discriminación. Perspectivas”, propiciará esta toma de conciencia en los participantes, auguro unas muy productivas disertaciones y reflexiones. A sus organizadores, Pbro. Dr. José Juan García, Vicerrector de Formación de la UCCuyo y Dr. Leonardo Mario Siere, Presidente de la Sociedad Israelita de Beneficencia de San Juan un, un cordial saludo y felicitaciones.